lunes, 31 de diciembre de 2012

Encontrar un amor 2.0

El amor virtual no tiene piel. En todo caso tiene una promesa de piel. No entra por los sentidos, sino a través de la imaginación. Tiene la cara que imaginamos o la que quiere que imaginemos. Sabemos poco de él, y lo poco que sabemos tal vez no sea verdad.

Encontrar el amor en internet es más fácil que encontrarlo en persona. Ya se sabe, mayor número de candidatos, más posibilidades. Y si la búsqueda de ese amor se realiza a través de una web para encontrar pareja especializada, más fácil aún, pues encima nos garantizamos un algo componente de compatibilidad.

Pero tras esa primera instancia lleva esa pequeña travesía por el desierto que va del instante en que encontramos el amor al momento en que tenemos nuestra primera cita con él/ella. Y ese limbo en el que no podemos estar seguros de lo que sabemos, en que todo puede ser verdad o tratarse de una broma cruel, es sin duda la etapa más dura de las relaciones virtuales.

¿Quién nos garantiza que ese amor 2.0 que a través del chat nos asegura que nos ama no esté tecleando esas mismas palabras en otro canal de esa web para encontrar el amor?¿Cómo saber si realmente está divorciado/a, pese a sus promesas, y no está girando cada dos minutos la cabeza con miedo a ser descubierto/a por su pareja legítima? Esas y muchas más dudas nos asaltan en esos momentos, y sin embargo no consiguen impedir que el sentimiento que ha nacido en nosotros crezca y crezca cada día. Y con él el miedo...

El amor virtual no tiene presente. Vive instalado en un futuro pluscuamperfecto que sólo nos atrevemos a conjugar en condicional.

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