Encontrar el amor en internet implica llegar al sentimiento más excelso que existe a partir de la mínima información posible para los sentidos. Si estás en una web para encontrar pareja como Psicum y de repente alguien te invita al chat privado, sabes de antemano que no podrás disponer de la ayuda del oído, la vista, el olfato, el tacto...
Sólo texto, escrito por alguien invisible tras un nick. Puede ser quien dice ser y tener las circunstancias que refiere. O no. Puede vivir cerca y decir que está más allá de algún océano, o al revés. Tener más o menos edad que la que reconoce. Del estado civil y cargas familiares ya ni hablamos. Ninguna pista (¿Cómo ríe? ¿realmente se sonrojó?). Sólo texto.
Encontrar el amor en internet es peor que amar a ciegas. Amar a ciegas supone prescindir de un solo sentido. Aquí sólo interviene el sentido común, tal vez la experiencia. Un mucho de suerte, también. En estas condiciones entregar el corazón es difícil, casi un acto de fe. En internet nada es lo que parece, aún menos el amor. Pero, ¿cómo no arriesgarse cuando tenemos tantas ganas de que lo que nos dicen sea verdad?
Encontrar el amor en internet en muchos casos es jugar con un comodín bajo el corazón. Querer con la puerta de emergencia entornada, por si hay que salir corriendo ante la mentira, por si hay que fingir que jamás se amó.
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